Trauma Contundente (BFD): El peligro oculto detrás de un chaleco barato
Más Allá de la Perforación: La Deformación Trasera
En el análisis de propuestas económicas para licitaciones de blindaje, el precio más bajo suele ocultar un riesgo letal: el Trauma Contundente o Backface Deformation (BFD). Un chaleco "económico" puede detener el proyectil (evitando la perforación), pero permitir que la energía cinética deforme el panel hacia el interior del cuerpo más allá de los 44mm permitidos por la norma NIJ. Este impacto, aunque no penetre, es suficiente para fracturar el esternón, colapsar un pulmón o causar daños cardíacos irreparables al oficial.
La Diferencia de los Materiales Premium
La mitigación del trauma se logra mediante capas de dispersión de energía de alta tecnología, presentes en marcas como Hesco o Armor Life Lab. A diferencia de los blindajes genéricos que utilizan capas mínimas de aramida barata, los paneles de alto rendimiento combinan polietilenos unidireccionales y compuestos híbridos que absorben el impacto horizontalmente, reduciendo drásticamente la profundidad del golpe en el torso del usuario. En términos médicos, esto marca la diferencia entre un oficial que se levanta para seguir combatiendo y uno que requiere hospitalización crítica.
Criterio de Desempate Técnico
Para la administración pública, aceptar chalecos con valores de BFD cercanos al límite (44mm) es una responsabilidad civil latente. Se recomienda establecer en el Anexo Técnico un requisito de BFD promedio inferior a 35mm en pruebas de laboratorio certificado. Esto no solo eleva el estándar de seguridad, sino que filtra automáticamente a proveedores de baja calidad que comprometen la integridad física del personal para reducir costos de fabricación.